La Dirección General de Economía Circular ha participado en la Jornada “La contribución de las CCAA en favor del futuro ecológico de Europa”, celebrada en Toledo, en colaboración con la Junta de Extremadura y la participación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
La jornada, que fue inaugurada por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se desarrolló dentro de la ‘Conferencia sobre el Futuro de Europa’ que pretende sentar las bases de la reforma de las instituciones europeas en los próximos años. “Creemos necesario posicionarnos y hacer ver nuestros potenciales en este marco de la Conferencia”, dijo el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, por ello se ha contado con representantes de todos los eslabones administrativos: ayuntamientos, Gobierno regional, Estado y Unión Europea y las experiencias de distintos proyectos de éxito en la región. “La cogobernanza es fundamental en los retos que nos planteamos y también la colaboración de los distintos actores públicos y privados”, aseguró.
Escudero señaló el papel de liderazgo de las comunidades autónomas en el ámbito de la sostenibilidad y dijo que “en Castilla-La Mancha el avance es fruto del compromiso del Ejecutivo del presidente García-Page para cumplir los objetivos alineados con las políticas europeas y nacionales, que pasan por cambiar el modelo hacia una economía circular, reducir la emisión de residuos y las emisiones de CO2, donde se promueva la energía sea limpia procedente de energías renovables, un consumo responsable y apostar por la conservación del medio natural y la biodiversidad, y todo ello en el marco de la Agenda 2030”.
En Castilla-La Mancha están convencidos del cambio desde que comenzó a incorporarse la circularidad en las agendas políticas y se comenzó a trabajar en 2016 en una Ley de Economía circular, convencidos de la necesidad de darle fuerza legislativa a este necesario cambio de modelo y convencidos de los beneficios que derivan de la implantación de un modelo de desarrollo y crecimiento para las empresas como son los nuevos desarrollos de productos y servicios y el incremento de seguridad en la cadena de suministro entre otros, y convencidos también de los beneficios para la ciudadanía que nos beneficiamos de esta aparición de nuevos modelos de servicios que nos ayudan en el cambio de hábitos de consumo y de la aparición de nuevos productos con una vida útil más larga y más fácilmente reparables y reutilizables.
Un 29 de noviembre hace dos años, fue aprobada la Ley 7/2019 de economía circular en la región, la primera ley regional en España. Tras ella llego el 3 de marzo de 2021 la aprobación de la estrategia regional de Economía circular 2030 y una semana después el plan de acción con horizonte 2021-2025 que implanta la estrategia. A lo largo de 2021 se han implantado numerosas acciones en el marco de la estrategia como ya señalamos el pasado 29 de noviembre en la comisión regional de seguimiento.
Nos encontramos en un momento excepcional en nuestra región y en todas las regiones, y en todos los estados miembros, momento en el que tenemos una gran oportunidad para impulsar políticas que contribuyan a mejorar la calidad de vida que den respuesta no solo a la situación generada por la pandemia, sino también a la emergencia climática, a la escasez de recursos, a la pérdida de biodiverdidad…políticas alineadas con el Pacto Verde europeo, y con nuestras estrategias nacionales y regionales.
La situación de crisis provocada por el coronavirus ha puesto de manifiesto la necesidad de reflexionar acerca de nuestros hábitos, nuestros sistemas de producción y también de rediseñar y regenerar nuestros municipios haciéndolos más resilientes, más habitables, adaptados a los impactos, reduciendo sus vulnerabilidades
En este sentido, por parte de la Dirección General de Economía Circular existe un pleno compromiso para la transformación y para trabajar de manera coordinada, en colaboración con el sector privado y con la ciudadanía, para buscar soluciones que permitan dar respuesta a las necesidades del siglo XXI, que permitan esa Castilla La Mancha circular en la que todos queremos vivir.
